Diseño y validación de un cuestionario para evaluar la competencia emocional

 

Design and validation of a questionnaire to assess emotional competence

 

 


 

Recibido: 08 de julio 2022

Evaluado: 12 de agosto 2022

Aceptado: 16 de noviembre 2022

 

July Mirtha Arias Sáciga*

jumiarsa@gmail.com

https://orcid.org/0000-0001-75863044

Universidad Nacional del Centro del Perú

 

DOI: https://doi.org/10.35756/educaumch.202220.238

 

Cómo citar

Arias Sáciga, J. (2022). Diseño y validación de un cuestionario para evaluar la competencia emocional. Revista EDUCA UMCH, (20), 163-174. https://doi.org/10.35756/educaumch.202220.238

 

Resumen

El presente artículo tiene como objetivo presentar el proceso de diseño y validación de un Cuestionario de autovaloración de la Competencia Emocional para niños que evalúa cinco dimensiones: conciencia emocional, regulación emocional, autonomía emocional, habilidades socioemocionales y habilidades de vida y bienestar. La construcción del instrumento ha considerado los siguientes procesos: Definición conceptual y operacional del constructo, elaboración de los ítems, análisis de la validez de contenido mediante juicio de expertos, análisis de confiabilidad del instrumento. Los resultados muestran evidencias satisfactorias con relación a la validez de contenido y confiabilidad, lo que convierte en una herramienta valiosa para ser utilizado por diversos investigadores.

 

Palabras clave: Competencia Emocional - cuestionario – diseño validación – cuestionario competencia emocional - evaluación

 

 

Summary

The purpose of this article is to present the process of designing and validating an Emotional Competence Self-Assessment Questionnaire for children that assesses five dimensions: emotional awareness, emotional regulation, emotional autonomy, socio-emotional skills, and life skills and well-being. The construction of the instrument has considered the following processes: Conceptual and operational definition of the construct, elaboration of the items, content validity analysis through expert judgment, reliability analysis of the instrument. The results show satisfactory evidence regarding the validity of content and reliability, which makes it a valuable tool to be used by various researchers.

 

Keywords: Keywords: Emotional Competence - questionnaire - validation design - emotional competence questionnaire – evaluation

 

 

Introducción

Durante muchas décadas, la educación tuvo como centro de enseñanza al profesor y se orientaba a la memorización de contenidos que muchas veces no era de interés de los estudiantes.  Sin embargo,  en estos últimos años se ha resaltado que el fin último de todo ser humano es ser personas realizadas y felices, para que esto sea posible, no basta ser bueno intelectualmente,  es decir, no basta saber aprender, sino también saber ser, y saber convivir y saber hacer (Delors, 2006). Se ha observado personas inteligentes académicamente, pero que no tienen éxito en la vida, debido a que no toman las decisiones acertadas en el momento pertinente, es decir, no han desarrollado la competencia emocional para desenvolverse en la sociedad de forma autónoma. (Valles & Vallés, 2000; Goleman 2001).

 

La escuela es uno de los entornos más importantes a través del cual el niño aprenderá y se verá influenciado para desempeñar diferentes papeles en la vida social, es decir forma en los estudiantes su personalidad (Gilbert, 1997) no solo un lugar donde el niño adquiere una serie de conocimientos. Por tanto, es necesaria una educación emocional junto con la intelectual o académica; donde su formación sea integral, donde participen la familia y la escuela para producir cambios positivos y significativos  (Guevara  1996; Bisquerra, 2003).

 En tal sentido, señalar  que para la conceptualización de competencia emocional  se ha analizado y tenido como soporte el constructo de inteligencia emocional.

Salovey y Mayer (1990) fueron los primeros en utilizar el término Inteligencia Emocional, y se refieren a ella como una forma de inteligencia social que implica la habilidad para dirigir los propios sentimientos y emociones, así como de los demás, saber discriminar entre ellos y usar esta información para guiar el pensamiento y la propia acción. Estos autores señalan que la inteligencia emocional requiere de una serie de habilidades que servirán para apreciar y expresar de manera justa nuestras propias emociones. De manera que podamos  planificar y realizar de forma plena  nuestra vida.

 

Goleman (1996) considera la inteligencia interpersonal e intrapersonal de Gardner para sustentar su conceptualización de inteligencia emocional, definiéndola como el conjunto de destrezas, actitudes, habilidades y competencias que determinan la conducta de la persona, sus reacciones, estados mentales, y que puede definirse como la capacidad para reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones.

 

De estos constructos sobre inteligencia emocional se deriva el término de competencias emocionales. Aunque aún existe discrepancias en el uso del término, otros prefieren utilizar términos similares como competencias socioemocionales.

Saarni (1997) nos dice que la competencia emocional se relaciona con la demostración de auto eficacia al expresar emociones en las transacciones sociales (emotion-eliciting social transaccions). Él conceptualiza la autoeficacia como la capacidad y las habilidades que tiene el hombre  para lograr los objetivos deseados.

 

Goleman (2001) integra los aportes de diferentes autores, para referirse a competencias emocionales; el modelo de inteligencia emocional de Salovey y Mayer (1990); las inteligencias múltiples de Gardner (1983); la inteligencia práctica de Sternberg (1985),  entre otros. Toma de base para plantear que la inteligencia emocional se organiza en torno a dos grandes grupos de competencias: las competencias personales -capacidades y habilidades de tipo emocional que se dan en una misma persona- y las competencias sociales, fruto de las relaciones entre personas.

 

Bisquerra (2000) precisa que la competencia es la capacidad de movilizar adecuadamente el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para llevar a cabo diversas actividades con un cierto nivel de calidad y eficacia.  En su definición  de competencia integra el saber, saber hacer y saber ser. Así mismo este autor distingue dos tipos de competencias: las competencias de desarrollo técnico-profesional y las competencias socio personales.

 

En esta investigación se define  la competencia  emocional,  como el  conjunto  de conocimientos habilidades, capacidades intrapersonales e interpersonales, que al ser puesto en práctica ayuda a tomar conciencia de las propias emociones, regularlas y expresarlas de manera pertinente con el fin de  mantener buenas relaciones con otras personas y afrontar satisfactoriamente los desafíos diarios de la vida. ( Arias; 2015).

 

El aspecto emocional es complejo, la revisión bibliográfica evidencia que hay varios instrumentos que evaluan las emociones en niños, la mayoría han sido adaptaciones de instrumentos para adultos, como el TMMS-24 (Fernandez-Berrocal. Extremera & Ramos 2004),  instrumento basado en  el instrumento de  Salovey  ( Salovey, Mayer, Goldman, Turvey, & Palfai, 1995) El EQi – YV ( Ferrandiz et al., 2012). Algunos instrumentos, no están fundamentados con el modelo teórico que sustentan, algunos ejemplos de ellos: MSCEIT de ( Pulido  2017) PERCERVAL (Ramírez-Lucas, Ferrando, & Sáinz, 2015) cuestionario de evaluación del programa (Garaigordobil, 2010). Existe además,  instrumentos que han sido publicadas en inglés, los cuales han sido traducidos, adaptados y/o aplicados a contextos diferentes como (Ugarriza y Pajares 2005) quienes utilizaron el Instrumento de BaOn Ice a una población peruana. Asimismo, según la revisión bibliográfica se ha constatado que hay un instrumento denominado Inventario de Competencias emocionales (ICEA), que  recientemente ha sido validado con todas las propiedades psicométricas con base en el modelo pentagonal de Bisquerra y está  orientada a los adultos, el cual es un buen aporte para iniciar y orientar la educación emocional en el país vecino de Chile (López-López; Lagos, Hidalgo 2022). Sin embargo,  a nivel nacional e  internacional, es insuficiente, la cantidad de instrumentos orientados a evaluar la competencia emocional de los niños. En nuestro país la búsqueda dio resultados desalentadores, al no encontrar un instrumento construido de acuerdo a las características y contexto de  los niños de nuestro  medio. Esto motivó la construcción de un instrumento confiable y válido que puede ser utilizado por diversas instancias, organizaciones, investigaciones y personas que lo requieran. Siendo nuestro objetivo presentar el proceso de construcción y  del cuestionario de la Competencia emocional  para niños.

 

Método

Para la construcción del instrumento denominado Cuestionario de autovaloración de la competencia emocional para niños (CACEN), se ha puesto en práctica las siguientes etapas:

En cuanto a la revisión bibliográfica y operacionalización del constructo, se ha realizado una búsqueda y análisis minucioso de diversas fuentes bibliográficas confiables que aportan a la construcción teórica de la categoría competencia emocional. Se comprobó que existen diversos autores que profundizan en el concepto de inteligencia emocional, (Salovey  y Mayer, 1990; Goleman, 1997) un mínimo porcentaje  utilizan el término competencias emocionales, con base  de estos constructos y al aporte de Rafael Bisquerra, se ha definido  operacionalmente el concepto de competencia emocional, y sus dimensiones que son: conciencia emocional, regulación emocional, autonomía emocional, habilidades socioemocionales, habilidades para la vida y bienestar.

 

Se presentan las cinco dimensiones con sus respectivas definiciones operacionales.


 

Durante la preparación de los reactivos, se elaboró una versión preliminar del cuestionario, con la redacción de 40 ítems, con cinco opciones de respuesta tipo Likert (siempre, casi siempre, algunas veces, casi nunca y nunca). Estos fueron elaborados teniendo en cuenta las conductas relevantes del constructo competencia emocional y sus respectivas dimensiones.

 

En una fase inicial, a los expertos se les entregó el cuestionario con 40 reactivos, cada uno de forma independiente debía descartar 3 reactivos por cada dimensión, quedando los reactivos que se acercaban mucho más a la dimensión que se debía medir. Después de recibir las sugerencias y observaciones de los expertos, el cuestionario depurado quedó con 25 ítems. Se consideraron reactivos en cantidades similares en cada dimensión. Además, los reactivos fueron intercalados, es decir, las preguntas por cada dimensión estaban alternadas en el cuestionario.

La validez de contenido, también denominada como validez de expertos (face validity), se obtiene mediante procedimientos estadísticos basándose en una evaluación de una batería de ítems por parte de jueces escogidos por tener características similares a la población objetivo o por ser expertos en la temática (Pérez y Carretero, 2005).

 

 Este proceso de validación fue a través del método de expertos. La versión de 25 ítems del Cuestionario de Autovaloración de la competencia emocional para niños (CACEN) fueron analizados por cinco jueces, especialistas en el tema, todos con grado de doctor (a), catedráticos de la Universidad Enrique Guzmán y Valle, San Ignacio de Loyola, Universidad Mayor de San Marcos, Universidad nacional del Centro de Perú, algunos con la especialidad de psicología, otros especialistas en Educación Primaria y gestión escolar, con reconocida trayectoria profesional.

 

Se solicitó que juzgarán cada ítem de forma independiente teniendo en cuenta la pertinencia, relevancia y claridad; además se les dio plena libertad para que realicen todas las observaciones sugerencias y anotaciones necesarias para establecer mejoras en la redacción de los ítems.

 

Para la validez del constructo, se utilizó el coeficiente “V de Aiken” a un nivel de significación estadística de p <0.05. Es un coeficiente que permite cuantificar la relevancia de los ítems respecto a un dominio de contenido a partir de las valoraciones de N jueces. (Aiken, 1985).

 

  La versión depurada de 25 ítems, se administró al grupo piloto, una muestra no probabilística de 105 estudiantes cuyas edades oscilan entre 9 y 12 años de género femenino del distrito de Huancayo – Perú.

 

La confiabilidad del cuestionario, se determinó mediante el coeficiente de Alfa de Cronbach, tanto en forma general como para cada una de sus dimensiones.

 

Resultados

 

Determinación de la validez de contenido 

 

Se utilizó el coeficiente de V de Aiken a un nivel de significación estadística de p < 0,05. La fórmula utilizada para determinar la validez de contenido fue la siguiente:


ecuación01


Donde:

S, Acuerdos, es igual a la sumatoria de los valores de SI; cuyo valor es uno (1).

N, es el número de jueces.

C, constituye el número de respuestas (en este caso 2: SI y NO).

 

El estadístico utilizado ha permitido dar a conocer sobre la proporción de jueces que expresaron una valoración positiva sobre el cuestionario, que puede adoptarse como criterio para tomar las decisiones en cuanto a la pertinencia de eliminar o revisar los ítems. (Aiken, 1985).

 

De acuerdo a los resultados obtenidos, en general el instrumento de recolección de datos denominado Cuestionario de autovaloración de la competencia emocional para niños (CACEN), tiene excelente validez. Es importante señalar que el ítem 13 no es válido en la dimensión claridad, por lo que es reformulado, tomando en cuenta las sugerencias de los expertos. En cuanto a la dimensión pertinencia el ítem 8 y 19, obtuvieron la aprobación de 4 de los 5 jueces y aunque es válido, también se han reformulado evidenciando dicha mejora en la versión final del instrumento.

 

 Fiabilidad del Instrumento

 

Para medir la confiabilidad del cuestionario se utilizó el alfa de Cronbach, este método nos ofrecerá el promedio de las correlaciones entre los ítems que forman parte del instrumento. Para tal efecto se utilizó la siguiente fórmula.

ecuaciion02

Coeficiente Alfa de Cronbach:

Donde:

K    =         Número de ítems

∑S²i =         Sumatoria de las varianzas de cada ítem

T  =         Varianza de la suma de los ítems

 

    Reemplazando los datos:

ecuación03

 

Conclusión: Comparando el resultado obtenido: 0,653 > 0,6; luego, el cuestionario de autovaloración de la competencia emocional para niños es fiable.

 

Desv. Estándar del cuestionario de autovaloración:                    8,587

Varianza del cuestionario de autovaloración:                              73,742

Coef. Asimetría del cuestionario de autovaloración:                    -0,057; tiende a la izquierda

Curtosis del cuestionario de autovaloración:                               -1,185; Platicúrtica

 

Error estándar de medición del instrumento

 

Como el cuestionario de autovaloración de la competencia emocional para niños tiene coeficiente de confiabilidad moderada, una manera de saber hasta dónde puede ser aceptable, consiste en comparar la desviación estándar de la distribución de puntajes con el error estándar de medición (EEM), cuya fórmula es la siguiente:

ecuación04

 

Donde:

EEM =       Error estándar de medición del instrumento.

s =              Desviación estándar del instrumento.

a =             Alpha de Cronbach.


Reemplazando los datos:

Observamos que s > EEM, porque 8,587 > 0,651 en consecuencia el cuestionario de autovaloración de la competencia emocional para niños a pesar de su nivel de confiabilidad, es aceptable para su aplicación.

 

Análisis estadístico de los ítems

 

Utilizando el programa informático SPSS y Excel, se obtuvo la varianza, desviación estándar, curtosis y el coeficiente de asimetría para cada ítem, las cuales se resumen en el siguiente cuadro:

 


 

Donde:

 

As: Simétrica.

I: Asimetría a la izquierda o negativa.

D: Asimetría a la derecha o positivo.

 

ecuación06

Coeficiente de validez de los ítems

Coeficiente de validez:

Donde:

Con                       = Coeficiente de validez del ítem.

rcrudo                     = Coeficiente de correlación de Pearson.

St                          = Desviación estándar del puntaje total.

Si                          = Desviación estándar del ítem.

S2t                                    = Varianza del puntaje total.

S2i                                    = Varianza del ítem.

Observamos el coeficiente de validez, para el comentario: VÁLIDO > 0,2000:

 


 

 Al analizar la confiabilidad del instrumento aplicado en su versión final al grupo piloto se obtuvo un alfa de Cronbach de 0.651 lo cual indica que el Cuestionario tiene adecuadas propiedades psicométricas como instrumento de medición de la competencia emocional.

El coeficiente Alfa de Cronbach aplicado a los ítems del Cuestionario, tiene como resultado 0.651, el que según la interpretación de Ruiz (2002) tiene una confiabilidad alta, porque se encuentra en el rango 0,61 – 0,80. Por tanto, se concluye que la consistencia interna del Cuestionario es aceptable y procede su aplicación.

Conclusiones

·         El presente artículo, muestra el proceso de construcción y validación de un cuestionario para medir la competencia emocional en niños, el cual después de un riguroso análisis se evidencia que cuenta con estándares que lo cualifican como válido y confiable, sin embargo, también requería de alguna reformulación en tres ítems para que exista pertinencia y claridad con los constructos y dimensiones propuestos que se desea medir.

·         La validez de contenido del Cuestionario fue realizada a través de cinco jueces expertos, de reconocida trayectoria. El proceso de selección de los expertos, fue un paso fundamental en el proceso de validación del instrumento.

·         La reformulación realizada a algunos ítems permitió tener una versión final del Cuestionario de autovaloración de la competencia emocional para niños (CACEN), y afirmar que tiene características psicométricas que lo hacen confiable para ser aplicado a niños.

·         La aplicación del instrumento a un grupo piloto evidenció valores adecuados de consistencia interna general de las dimensiones: conciencia emocional, regulación emocional, autonomía emocional, habilidades socioemocionales, habilidades de vida y bienestar.

Referencias

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[i]         Realizó sus estudios de Educación Primaria y Secundaria en el distrito de Marco. Sus estudios superiores los realizó en la Universidad Nacional del Centro del Perú, en la facultad de Pedagogía y Humanidades, especialidad Educación Primaria. Además, es Psicóloga, egresada de la Universidad Peruana los Andes. Tiene estudios de posgrado en la mención de” Problemas de aprendizaje” en la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle - La Cantuta. Magister en la mención de “Investigación e innovación Curricular”, grado otorgado por la Universidad san Ignacio de Loyola – Lima. Ejerció la docencia en la Universidad Nacional del Centro del Perú en la facultad de Educación y en la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle, “La Cantuta”, Facultad de Pedagogía y Cultura Física.