Estudio comparativo de la procrastinación académica en estudiantes universitarios en tiempos de pandemia

 

Comparative study of academic procrastination in university students in times of pandemic

 

 

 

Recibido: 20 de julio 2022

Evaluado: 30 de agosto 2022

Aceptado: 17 de noviembre 2022

 

María Del Pilar Silva Berrospi

[email protected]

https://orcid.org/0000-0003-1066-0320

Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú

 

María Luisa Matalinares Calvet

[email protected]

https://orcid.org/0000-0003-1052-6922

Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú

 

DOI: https://doi.org/10.35756/educaumch.202220.244

Cómo citar

Silva Berrospi, M., & Matalinares Calvet, M. (2022). Estudio comparativo de la procrastinación académica en estudiantes universitarios en tiempos de pandemia. Revista EDUCA UMCH, (20), 175-189. https://doi.org/10.35756/educaumch.202220.244

 



Resumen

El objetivo de la presente investigación es determinar la relación según sexo y edad en la procrastinación académica de estudiantes universitarios de diferentes carreras de una universidad pública en tiempos de pandemia. La metodología empleada fue de carácter descriptivo comparativo, la muestra se obtuvo por un procedimiento probabilístico evaluándose a 194 estudiantes, el 44.8 % fueron varones y 55.2 % mujeres. El 49 % de los participantes tenían entre 19 y 23 años. Se aplicó la escala de Procrastinación académica (EPA), el análisis estadístico confirma que según la comparación sexo en la dimensión autorregulación académica fue mayor en mujeres y según la comparación edad los de 23 años a más posee un mayor nivel de postergación de actividades; mientras el grupo de 19 a 22 años obtuvo una mayor procrastinación académica. Se concluye que los varones se autorregulan menos, los menores de 23 años procrastinan más y los mayores de 23 postergan sus actividades.

Palabras clave: Procrastinación académica, postergación de actividades, autorregulación académica.

 

Summary

The objective of the present investigation is to determine the relationship according to sex and age in the academic procrastination of university students from different careers of a public university in times of pandemic. The methodology used was of a comparative descriptive nature, the sample was obtained by a probabilistic procedure. evaluating 194 students, 44.8 % were male and 55.2 % female. 49 % of the participants were between 19 and 23 years old. The Academic Procrastination Scale (EPA) was applied, the statistical analysis confirms that according to the gender comparison in the academic self-regulation dimension it was higher in women and according to the age comparison, those 23 years of age or older have a higher level of postponement of activities; while the group from 19 to 22 years old obtained a higher academic procrastination. It is concluded that men self-regulate less, those under 23 years of age procrastinate more and those over 23 postpone their activities.

Keywords: Academic procrastination, postponement of activities, academic self-regulation.        

 

Introducción

Desde que  se originó  la pandemia covid-19, toda la población  se ha visto afectada  en los diversos ámbitos : a nivel socioeconómico, político, familiar y académico, esto no es irrelevante en  los estudiantes universitarios, debido a que han tenido que adaptarse a la virtualidad;  en la cual, en algunos o muchos casos,    no cuentan con las herramientas necesarias para hacerlo o el contexto no favorece en el desarrollo de  sus aprendizajes y debido a esto  empezaron a procrastinar académicamente, lo que también  se conoce como  “el síndrome del estudiante” debido a que  retrasan las tareas  estudiantiles para darle  mayor importancia a otras actividades de menor relevancia y desarrollarlas   justo cuando se acerca el último minuto del día de la fecha límite para la entrega.

Actualmente no se encuentra con muchos aportes científicos sobre la influencia de la covid-19 en la procrastinación de los estudiantes universitarios. El termino procrastinación deriva del latín procrastinare formado por los términos pro, adelante, y crastinus, mañana, postergar o posponer, definiéndose como “la acción o habito de dejar para después o retrasar tareas o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras actividades de menor relevancia o más agradable por temor o flojera a afrontarlas”.

Para Ferrari et al.  (2005) la procrastinación es una acción frecuente en la conducta popular de las personas, donde se define como un modelo cognitivo y conductual que se caracteriza por la intención de realizar una actividad, y una falta de diligencia para iniciarlo, desarrollarlo o finalizarlo cuyo proceso es acompañado la mayoría de veces con sentimientos de ansiedad y abatimiento.

Según Steel (2007) la procrastinación es comprendida como el comportamiento que conlleva a retrasar una tarea, desarrollando en su lugar otra menos importante.

Hace más de 30 años se han realizado investigaciones comprobando que la procrastinación también conocida como dilación es un comportamiento que se encuentra presente en la mayoría de personas.

Según Ellis y Knaus (1977) han estimado que procrastinan “más del 70 % de los estudiantes universitarios”, esto es de suma relevancia porque puede afectar en los distintos ámbitos de la vida como el profesional.

Para Hsin y Nam (2005) existe dos tipos de procrastinadores, activos y pasivos. Los procrastinadores activos se dedican a postergar el trabajo, prefieren trabajar bajo presión y toman decisiones reflexionando para posponer las tareas; asimismo, mencionan que, entre los procrastinadores activos, no presentan mucho stress cuidando mejor su salud física cuando la entrega de tareas es a largo plazo, a diferencia de los no procrastinadores que no postergan las tareas. De esta forma, la procrastinación puede ser vista como un recurso que ayude a regular las emociones negativas, obteniendo momentáneamente un bienestar temporal; asimismo, esto permite que el trabajo no se vea alterado en la ejecución; más bien, permite que se realice con mejor desempeño y obtenga mejores resultados.

Los procrastinadores pasivos no planifican procrastinar, dejan de hacer las tareas en el momento; para ambos casos las personas procrastinan de la misma forma, mostrando características similares en el manejo del tiempo, la percepción de autoeficacia y los estilos de afrontamiento; asimismo, generan pensamientos negativos afectando su capacidad para obtener resultados óptimos porque no han planificado y se les dificultad realizarlo de una manera eficiente porque al acercarse a la fecha de entrega sienten presión.

Estremadoiro y Schulmeyer (2021) realizaron un estudio cuyo objetivo era medir el nivel de procrastinación académica y describir las razones por las cuales procrastinaron. Para ello utilizaron una muestra de 319 estudiantes. Aplicaron una prueba de evaluación de procrastinación para estudiantes universitarios, obteniendo como resultado que los estudiantes tienen un nivel intermedio de procrastinación, no presentando diferencias en el nivel general de procrastinación entre facultades, sexos y rendimiento académico. Los motivos por lo que más procrastinaron los estudiantes son ansiedad ante las evaluaciones y el sentirse abrumados por no controlar adecuadamente sus tiempos. Asimismo, encontraron que algunos de los motivos por lo que los varones y mujeres procrastinan son diferentes.

Moreta et al. (2018) realizaron una investigación cuyo objetivo era determinar la relación existente y determinante de la regulación emocional y el rendimiento en la procrastinación académica en estudiantes universitarios en Ecuador, así como las diferencias de género. Realizaron un estudio cuantitativo, comparativo, correlacional y utilizaron el cuestionario de regulación emocional de procrastinación académica y la escala de procrastinación para estudiantes. La muestra fue de 290 estudiantes, varones y mujeres, entre 17 y 30 años. Obtuvieron como resultado que no presentaron diferencias significativas entre varones y mujeres en su evaluación de regulación emocional y procrastinación académica, asimismo demostraron que hay una correlación entre la regulación emocional, el rendimiento y el nivel académico debido a que estos son predictores de la procrastinación académica; ya que, pueden explicar el 21.3 % de los cambios de varianza.

Velázquez (2022): realizó una investigación cuyo objetivo era comprender la utilización de las redes sociales virtuales, y; en especial el Facebook para establecer si se encuentra relacionado con las formas de procrastinación académica en universitarios. La investigación fue de enfoque cualitativo, fenomenológico, la muestra estuvo conformada por 33 estudiantes. Como resultado identificó tres aspectos de procrastinación académica que se manifestaron en el propósito de procrastinar, la división entre tiempo-espacio con otras actividades y la duración y sus efectos.

Dominguez et al. (2019) desarrollaron una investigación cuyo objetivo era determinar la existencia de diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la influencia de las dimensiones de personalidad sobre la procrastinación académica.  La muestra fue de 986 estudiantes, el 69.8 % mujeres entre 16 y 40 años de edad, el 93.8 % solteros y el 27.6 % trabajaban. Utilizaron la escala de procrastinación académica (EPA). Como resultado obtienen que la personalidad presenta un porcentaje significativo en la variación de la dimensión de procrastinación académica y presenta   influencia significativa y positiva en la responsabilidad sobre la autorregulación académica y   neuroticismo en el género femenino. 

Rodríguez y Clariana (2017) desarrollaron una investigación cuyo objetivo era descubrir si la procrastinación académica disminuye a lo largo del tiempo, y si esta disminución se explica por el factor edad, curso, o por la combinación de ambas variables. Aplicaron la escala denominada procrastination assessment scale students (PASS) a una muestra de 105 estudiantes, divididos en cuatro grupos menores o mayores de 25 años y también organizados de acuerdo al curso que realizaban. Como resultado obtienen que el nivel de procrastinación solo depende de la edad, los estudiantes menores de 25 años procrastinan más que los mayores, asimismo que la procrastinación no depende de los cursos de los estudiantes.

Cárdenas et al. (2021) desarrollaron una investigación cuyo objetivo fue evaluar el nivel de procrastinación académica. La muestra fue de 147 estudiantes de tres programas diferentes. La investigación fue cuantitativa de carácter transversal, aplicaron la adaptación del cuestionario procrastination assessment scale students (PASS) de Solomon y Rothblum (1984). Como resultado obtuvieron que los estudiantes presentan conductas de impuntualidad en niveles moderados, procrastinan en el desarrollo de trabajos finales; asimismo, esto se encuentra relacionado con el rendimiento académico y se ve reflejado en las dimensiones de carácter actitudinal-emocional; ya que, los estudiantes consideran que no poseen la capacidad para realizar de forma exitosa las tareas.  

Ruiz(2020) realizó una investigación cuyo principal objetivo era determinar la relación entre procrastinación académica y ansiedad en estudiantes de Psicología de una universidad privada de Chiclayo; también, identificar los niveles de las dimensiones de procrastinación académica, identificar la frecuencia del perfil de riesgo, identificar los niveles de ansiedad, e identificar los niveles de las dimensiones de procrastinación académica según edad, sexo, doble rol (estudiante/trabajador) y ciclo académico. Utilizó el diseño no experimental transversal, tipo descriptivo correlacional. La muestra fue de 151 estudiantes. El investigador utilizó la técnica de la encuesta y uso dos instrumentos: la escala académica de procrastinación y el inventario de ansiedad rasgo estado, obteniendo como resultado que existe baja relación entre las dimensiones de procrastinación académica y ansiedad estado-rasgo, además presenta un nivel medio de postergación de actividades y en autorregulación académica encontró un mayor porcentaje en estudiantes de psicología ubicándose un nivel moderado de ansiedad de rasgos. No halló diferencias significativas entre la dimensión de procrastinación académica y variables sociodemográficas, a diferencia de la postergación del ciclo académico, señalando que los estudiantes VIII y X postergan sus actividades.

            López (2021) desarrolló una investigación cuyo objetivo era determinar si existen diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la influencia de la procrastinación académica sobre el cansancio emocional en estudiantes universitarios entre 18 y 28 años de edad de universidades privadas. El investigador utilizó la escala de procrastinación académica (EPA) y la escala de cansancio emocional (ECE), utilizando un análisis de regresión múltiple. Obtiene como resultado que la procrastinación académica influye de manera positiva sobre el cansancio emocional, y observo que la influencia de la postergación de actividades acerca del cansancio emocional se dio mayormente en los varones.

Contreras (2021) realizó una investigación cuyo objetivo era determinar si existen diferencias en los niveles de procrastinación académica entre varones y mujeres. Se utilizó una muestra no probabilística intencional de 122 estudiantes. Se aplicó la escala de procrastinación académica (EPA) Los resultados obtenidos indican que existe diferencia significativa entre los grupos de edades, pero no según el género, sin tomar en cuenta con diferencias significativas debido a la alta población de mujeres que existe en el grupo universitaria. Aunque en los niveles de procrastinación demuestran que el 70 % obtuvo índices altos de procrastinación, dicho de otra manera, dejan para después sus actividades académicas constantemente.

Burgos y Salas (2020) realizaron una investigación cuyo objetivo era relacionar procrastinación y autoeficacia en el contexto académico. La muestra estuvo conformada por 178 estudiantes. El estudio es transversal con diseño correlaciona, los investigadores aplicaron la escala de procrastinación académica y la escala de autoeficacia percibida para situaciones académicas. Obtuvieron como resultado que la autorregulación académica   correlaciona de manera positiva con autoeficacia académica; sin embargo, la postergación de actividades correlaciona negativamente con autoeficacia. Hallando a la vez que existen diferencias significativas comparando los tres grupos de alumnos por ciclo, los del ciclo intermedio presentan mayores niveles de postergación de actividades que los estudiantes que se encuentran en inicio y los que están culminando sus estudios, de igual manera se encuentra diferencias en ambos sexos; demostrando que las mujeres presentan mayor autorregulación académica.

Arosemena (2020) realizó una investigación cuyo objetivo era analizar la procrastinación académica en estudiantes universitarios, aplicó el método de revisión sistemática de la literatura científica de los últimos 10 años. Como resultado obtuvo que existe una relación significativa entre procrastinación académica y la edad, esto significa que los estudiantes menores de 25 años presentaban mayores probabilidades de procrastinar académicamente; asimismo, se encontraron diferencias con la variable edad, debido a que presentaban contradicciones, pero el investigador señala que podría deberse al entorno social de los estudiantes.

Castro (2020) desarrollo una investigación cuyo objetivo era establecer la relación entre cansancio emocional y la procrastinación académica en estudiantes universitarios. La muestra estuvo conformada por 206 estudiantes entre varones y mujeres entre los 16 a 34 años. Utilizó la escala de cansancio emocional versión de fontana (2011) y validada por Domínguez-Lara (2014), y la escala de procrastinación académica. Obteniendo como resultados que no existen diferencias significativas en la dimensión cansancio emocional y postergación de actividades respecto en función al sexo, aunque demostró diferencias significativas en una magnitud pequeña entre la variable cansancio emocional y la dimensión de autorregulación académica donde los varones obtuvieron menor puntaje. Finalizando que no existe relación significativa cansancio emocional y la dimensión de procrastinación académica

Domínguez (2018) desarrolló una investigación cuyo objetivo era demostrar la prevalencia de procrastinación académica en estudiantes de psicología de dos universidades privadas. Utilizó una muestra de 517 estudiantes a quienes aplicó la subescala de postergación de actividades de la escala de procrastinación académica. Obtuvo como resultado que no encontró diferencias entre varones y mujeres, además de una correlación negativa y endeble entre la edad y la postergación de actividades. Asimismo, los estudiantes que no laboran procrastinan más que aquellos que si laboran. El investigador concluye que el índice de procrastinación académica es significativo en los estudiantes del Perú, y está se relaciona con variables demográficas y psicológicas.

Castro y Mahamud (2017) realizaron una investigación cuyo objetivo era determinar la relación entre procrastinación académica y adicción a internet en jóvenes. La muestra estaba conformada por 168 estudiantes entre varones y mujeres, entre 18 y 25 años. Utilizaron la escala de procrastinación y una escala de adicción a internet. Obtuvieron como resultado que existía una relación positiva y significativa entre procrastinación académica y adicción a internet.

Método

Tipo de estudio.

La investigación se enmarca en la estrategia de estudio de corte descriptivo- comparativo, examina la procrastinación en estudiantes universitarios realizando una comparación por sexo y por edad en un grupo de estudiantes de una universidad pública

 

Población y muestra.  

La población de estudio fueron estudiantes de nivel universitario provenientes de una universidad pública de la provincia de Lima metropolitana. La muestra estuvo conformada por 194 estudiantes universitarios de 19 a 63 años. El 44.8 % fueron varones y 55.2 %, mujeres. La carrera universitaria a la que pertenecían fue predominantemente de educación secundaria, seguido de educación inicial (25.8 %).

Instrumentos de recolección de datos.

La escala de procrastinación académica fue propuesta por Deborah Ann Busko (1998) y adaptada a universitarios en Lima por Sergio Alexis Domínguez Lara (2016).

 

Evidencia de validez de estructura interna: análisis factorial confirmatorio

 

El AFC realizado a la EPA fue con el estimador DWLSR donde el primer modelo obtuvo índices de ajuste aceptables de CFI y TLI superior a .90, sin embargo, el SRMR y RMSEA fue superior al .08. Un segundo modelo (ver Tabla 3), controlando errores correlaciónales mejoro sustancialmente todos los índices de ajuste. Por lo que se corrobora que el modelo de factores correlacionados con errores correlaciónales fue el más adecuado.


 

Las cargas factoriales para ambos modelos fueron superiores a .40, tal como sugieren Costello y Osborne, 2005.

 

 

Evidencia de validez de estructura interna: confiabilidad

 

Para este estudio, la confiabilidad del EPA obtuvo valores omegas (.863) y alfa (.862); considerados un nivel muy bueno por De Vellis (citado en García, 2005). Las dimensiones de dicha variable lograron un valor omega entre .857 y .875, y de alfa entre .800 y .873.

 

 

Procedimientos de la recolección de datos. Se realizó las gestiones respectivas con las autoridades de la universidad pública, donde se explicó los objetivos del estudio y se acordaron las fechas de recolección de datos. Se procedió a realizar la aplicación colectiva de la escala en las horas de receso de los estudiantes de manera virtual.

 

Aspectos éticos. Antes de la aplicación de la escala se puso en conocimiento a las autoridades y a los estudiantes sobre el propósito del estudio para disponer de su consentimiento, explicando al alumnado el carácter anónimo, confidencial y voluntario de su participación.

 

Análisis de datos. Los datos fueron analizados estadísticamente en SPSS versión 28 (IBM Corporation, 2020), y JASP versión 16.0. El análisis inferencial se realizó mediante la prueba no paramétrica U de Mann Whitney, debido a la ausencia de normalidad en la variable procrastinación académica (veáse tabla 4). El tamaño del efecto fue la r de Rosenthal con criterios de interpretación según Dominguez-Lara (2017): pequeño (.10 a .29), moderado (.30 a .49) y grande (.50 a más). Adicionalmente, se analizó la confiabilidad del EPA.

 

Resultado

Análisis descriptivo

 Análisis inferencial: comparación

Solo se apreciaron diferencias significativas según sexo en la dimensión autorregulación académica que fue mayor en mujeres (ver tabla 3). Pese a ello a nivel del tamaño del efecto, también se detectaron diferencias en la variable procrastinación académica con mayor rango promedio en los varones. 

 

 

Pese a que no se aprecian diferencias significativas según edad (19 a 22 años versus 23 años a más); de acuerdo con el tamaño del efecto hubo valores pequeños (r entre .10 y .30), en la variable procrastinación académica y la dimensión postergación de actividades. De acuerdo a esto último, el grupo de 23 años a más posee un mayor nivel de postergación de actividades; mientras el grupo de 19 a 22 años obtuvo una mayor procrastinación académica.

 

 

Discusión

La presente investigación de carácter descriptivo comparativo, examina la procrastinación en estudiantes universitarios realizando una comparación por sexo y por edad en un grupo de estudiantes de una universidad pública.

La procrastinación académica o también conocido como el síndrome del estudiante hacen referencia a la postergación de las tareas que se encuentran relacionados con la edad o de acuerdo al sexo todo esto influenciado por los factores externos, debido a la pandemia se observó que muchos estudiantes se han visto afectados en sus clases debido al cambio de enseñanza pasando de la presencialidad a la virtualidad, donde los involucrados han tenido que adaptarse al nuevo sistema. De acuerdo a lo hipotetizado según la variable sexo se encontró diferencias significativas en la procrastinación académica entre varones y mujeres. Estos resultados coinciden con los hallados por Castro (2020), Burgos y Salas (2020), Domínguez-Lara, Prada-Chapoñan y Moreta-Herrera (2019). Quienes coinciden en que, si existe diferencias significativas según la variable sexo, así demuestran que los varones son los que procrastinan más a diferencia de las mujeres. Por el contrario, Estremaidoro y Schulmeyer (2021), no encontraron diferencias significativas según el sexo.   

En referencia a la hipotetizado según la dimensión de autorregulación académica se demuestra que según la variable sexo los varones son los que se autorregulan menos a diferencia de las mujeres. Esto indica que las mujeres en los distintos momentos de su vida académica, se regulan tomando en cuenta la importancia de planificar sus actividades para conseguir las metas que se han propuesto, para ello requieren controlar sus motivaciones, organizan los tiempos para cumplir con las tareas académicas y reflexionan evaluándose si lo que están realizando le va llevar a obtener los resultados que anhelan. Asimismo, estos resultados coinciden con los hallados por Castro (2020), Burgos y Salas (2020), Domínguez-Lara, Prada-Chapoñan y Moreta-Herrera (2019).  Sin embargo, difieren de los resultados hallados por Moreta, Durand y Villegas (2018), Estremadoiro y Schulmeyer (2021), Contreras (2021).

Por otro lado, el presente  estudio ha mostrado que el nivel de procrastinación académica no solo depende  del sexo (varón o mujer) sino también de la edad, demostrando que el grupo entre 18 a 22 años procrastinan más académicamente que los mayores de 23 años, esto se puede dar por múltiples factores  ya que los más jóvenes se encuentran en una etapa donde en la que  les es difícil rechazar, actividades sociales o distracciones no priorizando sus proyectos a futuro; sin embargo, los mayores toman en cuenta el tiempo que están demorando en la universidad, el tiempo que van a tomar en conseguir un trabajo, todo esto considerando que a mayor edad decrecen las posibilidades de alcanzar sus metas. Estos resultados coinciden con los hallados por Rodríguez & Clariana (2017) y Arosemena (2020).

 

Aunado a la investigación según lo hipotetizado en la variable edad, se evidencia que los estudiantes del grupo de 23 años a más, según la dimensión postergación de actividades, son las que postergan más sus labores académicas a diferencia del grupo de 18 a 22 años. Esto puede deberse a que presentan problemas económicos a medida que van alcanzando mayores responsabilidades como el sustento familiar, la responsabilidad de ser padres o ser cabeza de familia es por ello que requieren trabajar (part time) que estudiar y/o dedicarse a la vez a la atención de sus menores. Estos resultados coinciden también por los hallados por Rodríguez, Clariana (2017) y Arosemena (2020).

 

Conclusiones

1.                  Se encontraron diferencias significativas en la procrastinación académica según el sexo, demostrando que los varones son las que procrastinan más que las mujeres.

2.                  Se encontraron diferencias significativas en la autorregulación académica demostrando que las mujeres se regulan más que los varones.

3.                  Se encontraron diferencias significativas en procrastinación académica según la edad, demostrando que los estudiantes menores de 23 años procrastinan más y los mayores de 23 años postergan sus actividades académicas.

 

Referencias

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[i] María Del Pilar Silva Berrospi,  nació en Lima - Perú el año de 1986, cursó estudios universitarios en la Universidad Enrique Guzmán  y Valle de agosto de 2003 hasta agosto 2008 graduándose como licenciada en Educación Inicial, posteriormente realizó un posgrado en Psicología Educativa durante el 2009-2010  en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; cursó una  Segunda Especialidad en Estrategias de Evaluación e Intervención en Dificultades de Lenguaje Infantil durante el 2011 y 2012  en la  Universidad Nacional Mayor de San Marcos y, por último, estudió Psicología en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega de 2013 al 2016.  Actualmente trabaja como docente en Educación Inicial de la Cuna-Jardín Hospital Nacional Dos de Mayo desde el 2011 hasta la actualidad, asimismo es docente capacitadora de CERSEU- UNMSM desde el 2014 al 2019 y desde abril de 2022 hasta la actualidad, trabajó como docente en el Instituto Pedagógico Nacional Monterrico en el 2019.

 

[ii] María Luisa Matalinares Calvet, nació en Perú en el año 1957,  cursó estudios universitarios  en la Universidad Ricardo Palma graduándose como licenciada en Psicología, posteriormente realizo un posgrado  en Psicología educativa  recibiendo el grado de Magister en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; cursó un doctorado  en Psicología  en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, escribió el libro Construcción de instrumentos para psicología y Educación, colaboró en el texto  Saberes Vigentes  en la Psicología “Un Estudio Preliminar del Pensamiento y la Solución de Problemas”, recibió el premio a mejor investigadora en la facultad de Psicología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el 2012.  Actualmente es miembro permanente del Instituto de investigaciones psicológicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, trabaja como docente de la facultad de Psicología en pregrado y posgrado de la UNMSM.