Estabilidad
emocional en relación al sexo y a las áreas de
formación profesional, en estudiantes de una universidad pública peruana
Emotional stability in relation to
gender and areas of professional training, in students of
a Peruvian public university
Autor
corresponsal: patricia.cardenas@unica.edu.pe
https://orcid.org/0000-0003-0265-5249
Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, Perú.
Ramiro Jesús Gutiérrez Vásquez
https://orcid.org/0000-0002-6094-8552
Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, Perú.
Luis Alberto
Rodríguez de los Ríos
rodri0351@hotmail.rodri0351@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0002-2274-695X
Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, Perú.
Yvana Mireya
Carbajal Llanos
https://orcid.org/0000-0002-8165-8933
Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, Perú.
Fernando Antonio
Flores Limo
https://orcid.org/0000-0002-5494-9794
Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, Perú.
Jorge Luis Rubio
González
jrubio@une.edu.pe
https://orcid.org/0000-0001-6177-6644
Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, Perú.
Evaluado: 15 de marzo 2023
Aceptado: 10 de junio 2023
Doi: https://doi.org/10.35756/educaumch.202321.267
Como citar
Cárdenas, P., Gutiérrez, R. J., Rodríguez,
L. A., Carbajal, Y. M., Flores, F. A. y Rubio, J. L. (2022). Estabilidad
emocional en relación al sexo y a las áreas de
formación profesional, en estudiantes de una universidad pública peruana. Revista EDUCA UMCH, (21), 201–219. https://doi.org/10.35756/educaumch.202321.267
Resumen
Este estudio
de carácter comparativo buscó encontrar diferencias significativas de la
estabilidad emocional en estudiantes de distintas carreras profesionales de una
universidad pública peruana. Fue de enfoque cuantitativo y, de diseño
descriptivo comparativo. La muestra estuvo conformada por 2960 estudiantes
universitarios, de ambos sexos, matriculados en las áreas formativas de
ciencias de la salud, ciencias sociales y humanidades y ciencias e ingeniería.
Los estudiantes fueron evaluados por medio de la Escala de Estabilidad
Emocional del Cuestionario “Big Five” (b) (BFQ). La escala contenía dos
subescalas, una que midió control de las emociones y la otra midió control de
los impulsos. Los datos se trabajaron por medio de tres técnicas: análisis
estadístico descriptivo, de comparación por tablas cruzadas y, la del análisis
inferencial, con la prueba de normalidad y las pruebas estadísticas
Chi-cuadrado, U de Mann-Whitney y la Kruskal-Wallis para probar las hipótesis
formuladas. Los resultados comprobaron que existe diferencias significativas en
la estabilidad emocional que muestran los estudiantes en relación al sexo y en
relación a las áreas de formación profesional estudiadas.
Palabras clave: estabilidad emocional, inteligencia
emocional, aprendizaje, estado socioemocional, áreas de formación profesional.
This comparative study sought to find significant
differences in emotional stability in students of different professional
careers from a Peruvian public university. It had a quantitative approach and a
comparative descriptive design. The sample consisted of 2,960 university
students, of both sexes, enrolled in the training areas of health sciences,
social sciences and humanities, and sciences and engineering. The students were
evaluated through the Emotional Stability Scale of the "Big Five" Questionnaire
(b) (BFQ). The scale contained two subscales, one measuring emotional control
and the other measuring impulse control. Data were processed using three
techniques: descriptive statistical analysis, comparison by cross tables, and
inferential analysis, with the normality test and the Chi-square, Mann-Whitney
U, and Kruskal-Wallis statistical tests for test the hypotheses formulated. The
results verified that there are significant differences in the emotional
stability shown by the students in relation to gender and in relation to the
areas of professional training studied.
Keywords: emotional stability, emotional intelligence, learning, socio-emotional
state, areas of professional training.
La estabilidad
emocional es una dimensión de la personalidad que hace alusión a la capacidad
de una persona para mantener un equilibrio emocional frente a situaciones
difíciles, estresantes o adversas, lo que permite una adaptación dinámica al
entorno, es decir, es una condición para el desarrollo de bienestar personal,
social, laboral y de salud física y mental (Fernández-Vega et al, 2009;
Gutiérrez, 2011; Hellriegel & Slocum, 2009; Laak, 1996).
La estabilidad emocional se asocia
con la capacidad de adaptación y resiliencia, ya que las personas
emocionalmente estables tienden a manejar mejor el estrés y las situaciones
difíciles. Saavedra (2011) también ha demostrado que la estabilidad emocional
está relacionada con una mayor satisfacción en las relaciones interpersonales,
un mejor rendimiento laboral y una mejor salud mental en general. Varios
factores pueden influir en la estabilidad emocional de una persona, como la
genética, la crianza y el entorno social y cultural (Bermúdez, Teva &
Sánchez, 2003; Cano et al., 2015).
En Lema (2020, p. 7) las personas
con una alta estabilidad emocional son capaces de manejar mejor sus estados
emocionales, ante las situaciones estresantes o problemáticas muestran
tolerancia y calma, no se están afectadas negativamente. Presentan emociones
muy estables, “no presentan síntomas neuróticos ni hipocondríacos, tienen un
enfoque realista de la vida, son pacientes, tranquilas, perseverantes y
confiables (Vargas, 2016)”. Resaltan en ellas las siguientes características
principales: muy maduras y emocionalmente estables, manejan muy bien sus
emociones y tienen un plan de vida, controlan sus impulsos, dan muestras de ser
muy flexibles y controladas, no huyen de la realidad que viven, sino que la
saben afrontar (Lema, 2020).
Gracia et al. (2016) mencionan a
diversos autores que han aportado al investigar la estabilidad emocional en
relación con distintas áreas de la actividad humana, por ejemplo, los estudios
exitosos, capacidad para superar problemas, investigaciones relacionadas con
tercera edad. También sostienen que la estabilidad emocional se ha investigado
asociada al ámbito del trabajo, liderazgo, autoeficacia, entre otros.
Otros estudios realizados al
respecto, dan cuenta que niveles altos de estabilidad emocional corresponden a
personal tranquilas, realistas y maduras emocionalmente, que controlan
adecuadamente sus emociones e impulsos. No siendo desbordados por sus conflictos,
preocupaciones o problemas personales. Contrariamente, las personas inestables
emocionalmente, tienen a ser impulsivos. reactivos y no miden las consecuencias
de sus actos. De igual manera, tienen poco control de sus emociones,
manifestando ansiedad, frustración y tensión; respondiendo frecuentemente, con
cólera, ira, enfado o agresividad. Experimentando grandes cambios de ánimo
(Hellriegel & Slocum, 2009).
Si bien, la preocupación académica
por el estudio de la estabilidad emocional data de los años 80’, a los que se
agrega los realizados por Eysenck y Eysenck (1985), bajo un enfoque biológico;
en la actualidad, es abordada en forma específica por la teoría de los cinco
grandes factores de la personalidad (Big Five), bajo un enfoque léxico y
factorial (Golberg, 1993). Siendo en estos últimos tiempos la más extendida y
aceptada por la comunidad científica.
Shahla Ali Ahmed y Yugmur Cerkez
(2020) realizaron un estudio para conocer la forma en que podrían estar
asociadas la ansiedad, la depresión y el estrés con la estabilidad emocional en
función al género, edad, nivel educativo y el lugar de residencia. Adaptaron
una prueba para evaluar nivel de ansiedad, depresión y estrés y, también
adaptaron una segunda prueba para evaluar la variable la estabilidad emocional.
Trabajaron con 260 participantes, todos ellos estudiantes universitarios de
pregrado de una universidad de la región norte de Irak. Los autores reportaron
que existe una relación negativa pero significativa entre la depresión, la
ansiedad y el estrés con la estabilidad emocional. No encontraron relación
significativa entre la estabilidad emocional en relación al género y edad.
Además, probaron que la ansiedad, depresión y estrés no se asocia con la edad,
el nivel de estudios y el lugar donde residen. De otro lado, mencionan haber
hallado diferencia significativa entre ansiedad, depresión y estrés en relación
con el género y lugar de residencia.
Pastorelli et al. (1997, como se
cita en Ali Ahmed & Cerkez, 2020) identificaron que la estabilidad
emocional describe a una persona capaz de mostrar, en cualquier circunstancia,
una personalidad segura de sí misma y equilibrada. La otra cara de la moneda
mostraría una personalidad con tendencia insegura, poco equilibrada y,
predispuesta a vivencias emocionales no adecuadas.
Del mismo modo Wani y Sankar (2016,
como se cita en Ali Ahmed y Cerkez, 2020) realizaron un estudio para conocer la
estabilidad emocional entre los estudiantes de la universidad en India. Los
resultados del estudio revelaron que las mujeres y los varones presentaron
similares valores en estabilidad emocional. Concluyeron que la estabilidad
emocional no depende del género de los estudiantes.
Bermúdez et al. (2003) en su
investigación encontraron correlación positiva entre inteligencia emocional y
estabilidad emocional, es decir, las personas que presentan niveles altos en
inteligencia emocional, también mostrarán altos niveles en estabilidad
emocional. Agregan que las personas que muestran buena estabilidad emocional,
también presentarán altos índices en su autoestima, es decir, se valoran más a
sí mismas, es decir, al manifestar mayor control de sus emociones en
situaciones desfavorables o adversas son más tolerantes a la frustración, son
capaces de superar con éxito los problemas o situaciones difíciles que se le
presentan. Encontraron también, que estas personas presentan una mejor actitud
frente a la crítica de otros, son muy capaces de sacar buen provecho y aprender
de situaciones que podrían indicar fracaso. Los autores concluyeron que, ante
una mayor estabilidad emocional, no hay predominio de creencias irracionales,
en tal sentido, estas personas son muy conscientes de su realidad.
Núñez et al. (2019) en su
investigación buscaron comprobar que la estabilidad emocional define el
comportamiento y la forma de reaccionar frente a diferentes situaciones. Su
estudio fue exploratorio descriptivo. La muestra estuvo conformada por 124
estudiantes adolescentes entre 14 y 16 años del Bachillerato General Unificado
en el Cantón Pelileo, provincia de Tungurahua. A partir de los resultados
recomendaron trabajar con estrategias que desarrollen los aspectos emocionales
de los estudiantes a fin de fomentar el autocontrol y el bienestar psicológico
y, contribuir en la mejora el entorno académico. Los investigadores concluyeron
que la estabilidad emocional, influye en el comportamiento de los estudiantes,
afecta su desarrollo debido a que se encuentran en un periodo de cambios, es
una etapa donde están expuestos e indefensos. Además, concluyeron que la
estabilidad emocional correlaciona alto con los componentes de felicidad y
empatía desarrollados en la niñez, lo que explicaría las conductas variadas que
muestran los estudiantes en su proceso educativo.
De otro lado, se sabe que, durante
la etapa universitaria, los estudiantes pueden experimentar una serie de
cambios y presiones que pueden afectar su estabilidad emocional. Además, se ha
sugerido que existen diferencias en la estabilidad emocional entre hombres y
mujeres, así como también entre estudiantes de distintos programas o área
profesional de estudios (Rodríguez, 2014).
En tal sentido, el problema a
investigar se centra en responder a la siguiente pregunta: ¿Existe diferencias
significativas en el nivel de estabilidad emocional en relación al sexo y área
profesional de estudios, en estudiantes de una universidad pública de Ica?
La respuesta a estas preguntas
permitirá a los encargados de la educación superior diseñar programas de apoyo
y estrategias específicas para mejorar la estabilidad emocional de los
estudiantes universitarios, lo que a su vez podría contribuir a su éxito académico
y bienestar emocional.
El estudio se realizó bajo un enfoque cuantitativo, diseño descriptivo comparativo. Se trabajó con 2960 estudiantes, de ambos sexos, de una universidad pública peruana, matriculados en las áreas formativas de ciencias de la salud, ciencias sociales y humanidades y ciencias e ingeniería, quienes respondieron en forma anónima un cuestionario en formato virtual. Se aplicó una prueba para medir la variable estabilidad emocional conocida por las siglas (BFQ) (Caprara et al., 1995). Para el caso de esta investigación se trabajó con la subescala control de las emociones y, con la subescala control de los impulsos (Bermúdez et al., 2003).
Resultados descriptivos
Tabla 1
Frecuencias y porcentajes en los datos de la muestra.
Como
se observa en la tabla 1, hay una mayor proporción de estudiantes de sexo
femenino, que supera el 50%, conformando una mayoría simple respecto al grupo
de estudiantes de sexo masculino. En cuanto a las áreas de formación
profesional, se registra un mayor porcentaje en el grupo de estudiantes de
Ciencias e Ingeniería, con el 39,8%, al que le sigue el grupo de Ciencias
sociales y Humanidades 35,9% y, ubicándose en último lugar el de Ciencias de la
salud con 24,3%. En relación a la edad, se aprecia que
más del 90% de los estudiantes están entre 18 y 30 años.
Tabla 2
Frecuencias y porcentajes de la variable estabilidad
emocional
Según la
tabla 2, hay un predominio del nivel promedio que representa el 30% de
estudiantes, un 26% de estudiantes registró un nivel bajo, el 21,1% se ubicó en
el nivel muy bajo, un 12,8% mostró tener un nivel alto y, el 9,4% de la muestra
se ubicó en el nivel muy alto. Entonces, entre el nivel bajo y muy bajo se
ubicó el 47,8% y, entre el nivel alto y muy alto se ubicó el 22,2% de la
muestra investigada.
Tabla 3
Estabilidad emocional según sexo
De acuerdo a la tabla 3, en los
niveles muy bajo y bajo de estabilidad emocional los porcentajes son mayores en
el grupo masculino que en el femenino. En el nivel promedio, la proporción es
ligeramente mayor en el grupo femenino; asimismo, en los niveles alto y muy
alto los porcentajes son notoriamente mayores en el grupo femenino que en el
masculino.
Tabla 4
Estabilidad emocional según áreas de formación profesional
Considerando lo
registrado en la tabla 4, los niveles muy bajo y bajo de estabilidad emocional
los porcentajes son ligeramente mayores en el área de Ciencias e Ingeniería que
en las otras áreas. En el nivel promedio predomina el área de Ciencias sociales
y Humanidades, aunque la diferencia porcentual con las otras áreas es
ligeramente alta, sobre todo con el de Ciencias de la salud; en tanto que, en
los niveles alto y muy alto, los porcentajes son mayores en el área de Ciencias
de la salud que en las otras áreas.
Resultados inferenciales
2.1.- Prueba de normalidad
Se encontró la
normalidad utilizando el estadístico de Kolmogorov-Smirnov, según lo que se
muestra:
(Hipótesis nula) H0.
La muestra proviene de una distribución normal.
(Hipótesis alterna) H1.
La muestra no proviene de una distribución normal.
Regla de
decisión estadística:
Si la
significación < 0,05, entonces se rechaza H0;
si la
significación ≥ 0,05, entonces se acepta H0.
Tabla 5
Prueba de
normalidad de datos de estabilidad emocional según Kolmogorov-Smirnov
En la
tabla 5, se observa que, de acuerdo a los criterios comparativos de sexo y
áreas de formación profesional, los valores obtenidos para los datos de
estabilidad emocional son significativos al nivel de p<0,05; en
consecuencia, se decidió rechazar la hipótesis nula de normalidad de datos para
todos los casos analizados. En virtud de tal decisión, se consideró utilizar
las pruebas no paramétricas de U de Mann-Whitney y la de Kruskal Wallis para
establecer las diferencias en los datos de la variable de estudio.
2.2.-
Contrastación de las hipótesis
Hipótesis general
HG: Existe diferencias significativas en la
estabilidad emocional en relación al sexo y las áreas de formación profesional,
estudiantes de una universidad pública peruana.
H0: No existen diferencias significativas en la
estabilidad emocional en función al sexo y las áreas de formación profesional,
en estudiantes de una universidad pública peruana.
Tabla 6
Resultados de la estabilidad emocional según sexo por cada
área de formación profesional y por el total de la muestra.
Nota** Significativo al
nivel de p<0,01.
En la tabla 6
se aprecia que los valores de Chi-cuadrado obtenidos en estabilidad emocional,
de acuerdo al sexo, por cada una de las áreas de formación profesional y por el
total de la muestra, resultan ser estadísticamente significativos al nivel de p<0,01.
Es decir, se establecen diferencias significativas en estabilidad emocional
entre los estudiantes varones y mujeres, considerando cada área de formación
profesional. En el caso del total de la muestra, las diferencias significativas
en estabilidad emocional se establecen exclusivamente según el criterio sexo,
registrándose también un valor correspondiente de chi-cuadrado significativo al
nivel de p<0,01.
Decisión: se rechaza
la hipótesis nula.
Hipótesis
específicas
1) H1:
Existe diferencias significativas en la estabilidad emocional en relación al
sexo, en estudiantes de una universidad pública peruana.
H0:
No existe diferencias significativas en la estabilidad emocional en relación al sexo, en estudiantes de una universidad
pública peruana.
Tabla 7
Diferencias entre los rangos promedio en
estabilidad emocional, según sexo, aplicando la U de Mann-Whitney
Nota**
Significativo al nivel de p<0,01.
Se observa en
la tabla 7 que el valor de la U de Mann-Whitney obtenido entre los rangos
promedio en estabilidad emocional, según sexo, es estadísticamente
significativo al nivel de p<0,01. Este resultado indica que existe
diferencia significativa en la estabilidad emocional entre las estudiantes de
sexo femenino y los de sexo masculino; destacándose un promedio favorable en
las mujeres.
Decisión: Se rechaza
la hipótesis nula.
2) H2:
Existen diferencias significativas en la estabilidad emocional en relación a
las áreas de formación profesional, en estudiantes de una universidad pública
peruana.
H0:
No existen diferencias significativas en la estabilidad emocional en función a
las áreas de formación profesional, en estudiantes de una universidad pública
peruana.
Tabla 8
Diferencias entre los rangos promedio en
estabilidad emocional, según áreas de formación profesional con la prueba H de
Kruskal-Wallis
Nota. **
Significativo al nivel de p<0,01.
Según la tabla 8, el valor de la H
de Kruskal-Wallis calculado entre los rangos promedio en estabilidad emocional,
según áreas de formación profesional, es estadísticamente significativo al
nivel de p<0,01. Este resultado permite inferir que existe diferencia
significativa en la estabilidad emocional entre los estudiantes del área de
Ciencias de la salud, del área de Ciencias sociales y Humanidades y, del área
de Ciencias e Ingeniería, evidenciándose un rango promedio mayor en el grupo de
Ciencias de la salud. Decisión: Se
rechaza la hipótesis nula.
Se analiza los
resultados en dos momentos, uno a partir de las tablas que describen la
frecuencia y porcentajes de la variable en relación al sexo y las carreras
profesionales y, otro momento para analizar los resultados a raíz de las
hipótesis formuladas.
En el ámbito descriptivo en general,
la estabilidad emocional que predomina en la muestra se ubica en el nivel
promedio (30%), lo que podría interpretarse como que hay cierto equilibrio en
el manejo de las emociones en este grupo de estudiantes. Si embargo, es notorio
que un 47% de estudiantes mostró niveles bajos (26%) y muy bajos (21.1%) de
estabilidad emocional, cifras que están por encima del nivel promedio y, más
aún, por encima del nivel alto (12.8%) y muy alto (9.4%) que obtuvieron otros
grupos de la muestra. Entonces, estos resultados deben llamar la atención a fin
de atender y prevenir comportamientos que impliquen desequilibrios emocionales,
frustración, baja autoestima, que podría afectar en el desempeño académico de
las y los estudiantes objeto de estudio.
Puntualizando un poco los resultados
cabe destacar que las mujeres marcaron valores más altos que los hombres en
estabilidad emocional, hallazgo que son diferentes a los encontrados por Wani y
Sankar (2016 como se cita en Ahmed &
Cerkez, 2020) quienes estudiaron la estabilidad emocional entre los estudiantes
universitarios en la India. Encontraron que las mujeres y los hombres
presentaron similares valores en estabilidad emocional, por tanto, concluyeron
que la estabilidad emocional no depende del género de los estudiantes. Del
mismo modo Ahmed y Cerkez (2020) corroboraron que la estabilidad emocional es
independiente del sexo. Una razón de estos resultados diferentes podría ser
explicado por la emergencia y promoción a través de leyes específicas para empoderar
cada vez más a la mujer en actividades que eran predomino de los hombres. Tal
es el caso de la formación profesional universitaria en el país, donde se
observa mayor porcentaje de mujeres estudiando carreras como medicina,
psicología, educación, ingenierías. Su liderazgo emergente, entre otras
capacidades, requiere de un adecuado control y manejo emocional, de una
personalidad cargada de habilidades socioemocionales para lograr sus
propósitos.
Siguiendo en el ámbito descriptivo
y, en relación a las áreas profesionales, se encontró en los estudiantes del
área de ciencias sociales y humanidades un nivel promedio en estabilidad
emocional; en cambio, en los estudiantes del área de ciencias e ingeniería se
encontró niveles muy bajos y bajos de estabilidad emocional. Los estudiantes
del área de ciencias de la salud mostraron niveles altos y muy altos en
estabilidad emocional.
Estos resultados provocan varias
preguntas: ¿por qué los estudiantes de ciencias de la salud presentan mejores
niveles en su estabilidad emocional? ¿cómo explicar la baja estabilidad
emocional que presentan los estudiantes del área de ciencias e ingeniería? ¿qué
factores afectan estas diferencias? Sería muy importante plantear y profundizar
investigaciones para tener respuestas claras y precisas que permita diseñar
perfiles de ingreso y de vocación a las diferentes carreras universitarias.
Además, se contaría con información objetiva e implementar programas preventivo
promocionales para el control y equilibrio emocional de los estudiantes, lo que
mejoraría su entorno académico y, de aprendizaje según su elección
profesional.
Entonces, se puede inferir que
independiente del área profesional la estabilidad emocional en los estudiantes
se presenta de diferente forma. Ya Rodríguez (2014) planteó que los estudios
universitarios generan nuevas adaptaciones, ritmos de vida distintos,
preocupaciones y, hasta presiones por lograr el éxito propuesto, situación que
puede comprometer su estado emocional.
En el ámbito de la hipótesis general
se rechazó la hipótesis nula, por tanto, se encontró diferencias significativas
en estabilidad emocional entre hombres y mujeres y, según las áreas de
formación profesional. Estos resultados son coherentes con los resultados
obtenidos en las dos hipótesis específicas que se analizan a continuación.
En relación a la prueba de las
hipótesis especificas comparativas se rechazaron las dos hipótesis nulas y,
según los resultados se puede afirmar que las mujeres son más estables
emocionalmente que los hombres, es decir, están mejor capacitadas para manejar
su comportamiento y enfrentar situaciones diversas que se le presenten, en
cambio los hombres presentarían dificultades para adaptarse y manejar las
diversas situaciones en que se encuentren. Al parecer los hombres necesitarían
mayor apoyo profesional para lograr mejores estándares en su estabilidad
emocional. Al respecto Núñez et al. (2019) han sugieren implementar actividades
en el ámbito emocional de los estudiantes que garantice el autocontrol y el
bienestar psicológico para mejorar las condiciones de aprender y desarrollar su
vida socioafectiva, esta ayuda profesional es muy necesaria, ya que en esta
etapa de su desarrollo están más vulnerables y volubles.
Se puede agregar también que las
mujeres al puntuar más alto que los hombres en estabilidad emocional, tienen
una mejor valoración de sí mismas, manejan mejor las situaciones negativas o
positivas. Su autoestima alta la vuelve emprendedora, con actitudes adecuadas
para tomar decisiones y solucionar problemas. En tal sentido, Bermúdez et al.
(2003) en su investigación encontraron correlación positiva entre inteligencia
emocional y estabilidad emocional, es decir, las personas que presentan niveles
altos en inteligencia emocional, también mostrarán altos niveles en estabilidad
emocional. Encontraron también, que estas personas toleran mejor la crítica de
los demás y, son capaces de convertir un fracaso en un éxito.
En relación a segunda hipótesis nula
rechazada, se confirmó que los estudiantes que están en las diferentes carreras
profesionales muestran diversos niveles de estabilidad emocional. Así, del
resultado se puede inferir que existe diferencia significativa en la
estabilidad emocional entre los estudiantes del área de Ciencias de la salud,
del área de Ciencias sociales y Humanidades y, del área de Ciencias e
Ingeniería, evidenciándose un rango promedio mayor en el grupo de Ciencias de
la salud. No obstante, se destaca el rango promedio más alto en estabilidad
emocional obtenido por los estudiantes de la carrera profesional de ciencias de
la salud a diferencia de los estudiantes de la carrera profesional de ciencias
e ingeniería que mostraron el rango promedio más bajo en estabilidad emocional.
Una probable explicación sea coherente con la naturaleza de la carrera;
mientras que, los estudiantes de ciencias de la salud van a prestar servicios
profesionales interactuando directamente con las personas, los estudiantes de
ciencias e ingeniería no tanto, entonces la formación que reciben en las
diferentes facultades prioriza perfiles de experto diferentes. Este
razonamiento es coherente con lo reportado por Lema (2020) quien sostiene que
las personas que muestran comportamientos estables emocionalmente están aptas
para manejar mejor sus emociones en ambientes estresantes, están calmados,
tranquilos y muestran mucha empatía y, con mentalidad más positiva. Agrega que estas personas son “muy maduras y
emocionalmente estables, manejan muy bien sus emociones y tienen un plan de
vida, controlan sus impulsos, dan muestras de ser muy flexibles y controladas,
no huyen de la realidad que viven, sino que la saben afrontar (Lema, 2020, p.7).
Características ideales que deben poseer los futuros profesionales en ciencias
de la salud para poder brindar servicios de calidad y calidez a sus
usuarios.
Este razonamiento puede ser válido
también para comprender los resultados de los estudiantes del área profesional
de ciencias sociales y humanidades quienes evidenciaron un rango promedio medio
en estabilidad emocional. En este caso, va a depender de la especialidad, tal
vez algunas actividades profesionales se realicen en campo y otras no,
entonces, en función del logro exitoso de los perfiles de egreso declarados por
la carrera profesional también se tendrá un diseño curricular específico.
Varios estudios dan cuenta de
algunos factores que afectan la estabilidad emocional. Así, Saavedra (2011)
encontró que la estabilidad emocional está asociada con una mayor satisfacción
en las relaciones interpersonales, un mejor rendimiento laboral y una mejor
salud mental en general. Bermúdez et al. (2003); Cano et al. (2015) sostienen
que factores como la genética, la crianza y el entorno social y cultural están
relacionados a la estabilidad emocional.
Entonces, es menester estudiar con
más profundidad la estabilidad emocional asociada al sexo ya que los resultados
de las investigaciones son contradictorios, tal vez sea importante realizar
estudios transculturales. Del mismo modo, es recomendable realizar estudios de
la estabilidad emocional con los perfiles de ingreso y de egreso de las
distintas áreas profesionales para que los estudiantes universitarios reciban
una formación que fomente habilidades en el control de sus emociones,
habilidades que facilitaría un entorno de aprendizaje ideal para estudiar;
pero, también estas habilidades emocionales les permitiría un mejor desempeño
en sus actividades profesionales.
Las estudiantes
mujeres presentan niveles más altos en estabilidad emocional que los hombres.
Según las áreas
de formación profesional estudiadas, las(os) estudiantes de ciencias de la
salud, obtuvieron mejores valores en estabilidad emocional.
Los estudiantes
del área de formación profesional de Ciencias e ingeniería. Las Referencias
mostraron los índices más bajos en estabilidad emocional.
Un resultado de
nivel promedio en estabilidad emocional fue obtenido por el grupo de
estudiantes pertenecientes a al área de formación profesional en ciencias
sociales y humanidades.
Contribución de
autoría
PCA: Autora principal
del artículo, encargada de la idea original, introducción.
RJGV: Encargada de la
recogida de datos, participación directa en la implementación del método.
LARR: Encargada de la
recogida de datos, la revisión ortográfica y de redacción.
Participación en la implementación del método.
YMCL: Participación
directa en el diseño e implementación de los resultados.
FAFL: Participación
directa en el diseño e implementación de los resultados.
JLRG: Orientación y
revisión de la investigación y correcciones que se puedan encomendar en el
proceso de revisión del artículo.
Conflicto de Intereses
Los autores sostienen que no existen
conflictos de intereses en la elaboración de la presente investigación.
Responsabilidad ética y legal
Se solicitó y se
obtuvo la autorización para el uso del instrumento. Asimismo, se solicitó
autorización para la recolección de datos y se establecieron las coordinaciones
con las instituciones de las universidades públicas peruanas, prenotando el
proyecto de investigación y solicitando las autorizaciones respectivas y los
consentimientos informados respectivos.
Declaración sobre el uso de LLM (Large
Language Model)
Este artículo no ha utilizado para
su redacción textos provenientes de LLM (ChatGPT u otros).
Financiamiento
Esta investigación no ha recibido
financiación externa.
Correspondencia: patricia.cardenas@unica.edu.pe
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Enrique Guzmán y Valle.
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Vittorio, G.; Barbaranell, C., & Borgogni, L. (1998). BFQ Cuestionario Big Five. TEA Ediciones.
Patricia Cárdenas Ayala
Docente
con experiencia en Educación Superior Universitaria a nivel de Pregrado,
Posgrado y Educación Básica Regular, Evaluadora externa de proyectos de
investigación nacional e internacional, miembro del panel de selección de
proyectos de investigación CONCYTEC. Doctora en Educación, Doctora en
Psicología Educacional y Tutorial, Magister en Educación: Mención en
Administración y Planificación de la Educación Superior. Licenciada en
Educación, Economista, Segunda Especialidad en Metodología Docente, Estudios
Concluidos de Maestría en Administración Mención: Gestión Pública, Estudios
concluidos de Segunda Especialidad en Didáctica de la Educación Superior.
Especialista en Currículo, Evaluación, Formación y Capacitación Docente.
Ramiro Jesús Gutiérrez Vásquez
Profesor
Principal de la Universidad Nacional de educación Enrique Guzmán y Valle.
Profesor Principal cesante de la Facultad de Psicología de la Universidad
Peruana Cayetano Heredia. Doctor en Ciencias con mención en Psicología por la
Universidad Peruana Cayetano Heredia. Con estudios formales de maestría en:
Educación superior, Filosofía con mención en Epistemología. Capacitado en
elaboración de cursos virtuales por el Instituto Tecnológico de Monterrey
(2020); por Laspau afiliado a la Universidad de Harvard (2020); por la UNESCO
ESALC (2022). Experto en psicología, en educación superior, epistemología y
metodología de la investigación científica. Ha realizado múltiples
investigaciones y publicados artículos científicos en revistas especializadas e
indizadas. Reconocido como Profesor Invitado Especial por la Escuela de
Posgrado de la Universidad Nacional de Trujillo. Profesor Honorario de la
Universidad de Huánuco. Miembro titular del Colegio de Psicólogos del Perú.
Exeditor en jefe de la Revista Psicológica Herediana de la Facultad de
Psicología de la UPCH.
Luis Alberto Rodríguez de los Ríos
Doctor
en Psicología por la Universidad Garcilaso de la Vega. Docente principal de la
Universidad. Director de la Escuela de
Posgrado de la UNE – CANTUTA y Paz Rector de la Universidad Nacional de
Educación Enrique Guzmán y Valle.
Yvana Mireya Carbajal Llanos
Docente
Principal de la Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”.
Psicóloga de profesión, con grado de Magister en Ciencias de la Educación por
la Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle” y, Doctora en
Psicología por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Con 29 años de
experiencia docente universitaria, en el nivel de pregrado y postgrado. Experta
en investigación científica. Asesora de Tesis y Jurado evaluador para las
Universidades Enrique Guzmán y Valle, Marcelino Champagnat y Cayetano
Heredia.
Fernando Antonio Flores Limo
Dr. en
ciencias de la Educación, con Maestría en Gestión Educacional, licenciado en
ciencias sociales, filosofía y religión, con más de 20 años de experiencia como
docente universitario en pregrado y posgrado en diversas instituciones públicas
y privadas.
Jorge Luís Rubio González
Docente
de Matemática e Informática en la Universidad Nacional de Educación Enrique
Guzmán y Valle, La Cantuta.
© El autor. Este artículo es publicado por la Revista EDUCA UMCH de la Universidad Marcelino Champagnat como acceso abierto bajo los términos de la Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional (https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/). Esta licencia permite compartir (copiar y redistribuir el material en cualquier medio o formato) y adaptar (remezclar, transformar y construir a partir del material) el contenido para cualquier propósito, incluido el uso comercial.