Recibido: 05 de enero 2023
Evaluado: 01 de febrero 2023
Aceptado: 29 de mayo 2023
alejandro.uribe@umg.edu.mx
https://orcid.org/0000-0003-3047-3792
Universidad Marista de Guadalajara
DOI: https://doi.org/10.35756/educaumch.202321.232
Como citar:
Uribe A. (2023).
El soporte institucional para la investigación y su relación con la generación
del conocimiento en las universidades mexicanas. Revista Educa UMCH,
53–74. https://revistas.umch.edu.pe/index.php/EducaUMCH/article/view/232
El
presente artículo tiene como finalidad presentar la relación existente entre el
tipo de universidad con su soporte institucional para la investigación,
miembros del Sistema Nacional de Investigadores y profesores de tiempo
completo, con respecto a la cantidad de publicaciones que realizan y las
revistas que producen. El estudio busca comprobar la hipótesis de que existe
una correlación directa entre el número de miembros SIN y profesores de tiempo
completo con la retribución del conocimiento que generan las universidades. Así
el estudio actualiza datos de la medición de las universidades en estos rubros
del año 2005 a 2010 para ver su evolución en los años 2014 y 2019. Esto permite
generar una interpretación sobre el nivel de impacto del soporte institucional
para la generación real del conocimiento en el país.
Palabras
claves: Producción
académica, análisis estadístico, generación de conocimiento científico
The purpose of this article is to present the
relationship between the type of university with its institutional support for
research, members of the National System of Researchers and full-time
professors, with respect to the number of publications they carry out and the
journals they produce. The study seeks to test the hypothesis that there is a
direct correlation between the number of National System Researchers members and
full-time professors with the remuneration of knowledge generated by
universities. Thus, the study updates data from the measurement of universities
in these areas from 2005 to 2010 to see their evolution in 2014 and 2019. This
allows generating an interpretation of the level of impact of institutional
support for the real generation of knowledge in the country.
Keywords: Academic production, statistical analysis, generation
of scientific knowledge
En
general se tiene la impresión de que cursar en una universidad privada
significa contar con un mayor nivel de calidad educativa. En este sentido el
imaginario social es que si una persona cursa sus estudios en una universidad
privada de élite contara con una mejor formación que aquella que accede al
espacio público (Espinoza, 2019; Silas, 2005). Sin embargo, las instituciones
de educación superior privada no cuentan con elementos concretos que garanticen
esta supuesta calidad como son certificaciones, acreditaciones o publicaciones
(Buendía, 2016). Por lo que este imaginario puede ser de carácter más social
que fundamentado en datos reales.
Así los criterios para determinar la
“calidad” del subsistema público y del subsistema privado debe de estar orientado
por características objetivas que permitan su medición como es la tendencia a
medir por medio de rankings internacionales que toman en cuenta los siguientes
aspectos: la reputación académica, la reputación ante empleadores, la razón
profesores/estudiantes; las citas por facultad, los profesores con doctorado,
las redes internacionales de investigación, los artículos en Scopus por
Facultad y el impacto en la web (Quacquarelli Symonds, 2019; Quacquarelli
Symonds, 2020)
De los anteriores aspectos a considerar
uno de los más significativos es el de la publicación y retribución del
conocimiento. Para este aspecto tanto los investigadores de las instituciones
públicas como privadas tienden a buscar publicar sus investigaciones en
revistas de alto impacto por medio del acceso a incentivos federales o
estatales que les permite contar con los recursos necesarios para ello (Acosta,
2005), sin embargo es claro que la cantidad de recursos que perciben las
instituciones públicas es mayor que el de las privadas por lo que la
publicación pareciera a tender ser mayor en las instituciones de educación
superior públicas.
Así podemos pensar que las diferencias de
apoyos entre las instituciones de educación superior privadas y las públicas
son significativas en materia de investigación. Las privadas cuentan con menor
cantidad de apoyo y recursos para hacer la investigación por lo que tiene menor
número de miembros en el Sistema Nacional de Investigadores (SIN) y profesores
de tiempo completo así cómo menor número de artículo en web of sciences, en Scopus
y latindex, en comparación con las escuelas públicas. En este sentido suponemos
que existe una correlación directa entre el tipo de universidad que se es,
caracterizada por la cantidad de SIN y profesores de tiempo completo, con la
cantidad de artículos publicados en revistas de alto impacto. Esto hace que las
universidades públicas tengan una ventaja en términos de “calidad académica en
la investigación” en comparación con las universidades privadas.
Para realizar este estudio nos basaremos
en los datos presentado por el Explorador de datos del Estudio Comparativo de
Universidades Mexicanas (ExECUM) es la herramienta que permite el acceso a los
datos del Estudio Comparativo de Universidades Mexicanas (ECUM) que mide y
compara el desempeño de las universidades en distintos aspectos. Su diseño
ofrece distintas formas de consulta de los datos, así como diversas opciones
para generar reportes de resultados en cinco rubros diferentes: datos
institucionales, investigación, patentes de inversión, revistas académicas y
docencia.
Para este estudio se tomaran los rubros de
profesor de tiempo completo, investigadores SNI y revistas académicas con
respecto a los datos arrojados por el
explorador para los años 2014 y 2019 sobre el tipo de universidad, la cantidad
de SIN, profesores de tiempo completo y el número de artículos publicados en
Web of Sciences, Scopus y Latindex permitiendo con esto hacer un comparativo
longitudinal y corroborar si existe una correlación en estos aspectos que
permita determinar que en el aspecto de investigación las universidades
públicas o las privadas cuentan con un mayor nivel de calidad.
Con lo
anterior podemos plantear que el objetivo de esta investigación es determinar
si existe una relación entre el tipo de IES y la cantidad de artículos
publicados, lo que permitirá caracterizar e inferenciar la calidad de las
universidades referidas a la investigación realizada. Esto plantea como
pregunta central de la investigación:
¿Cuál
es la relación entre el ser una universidad pública o privada y la cantidad de
producción realizada?
Esto nos ha permitido plantear dos
hipótesis, una alternativa que busca corroborar que si existe esta correlación
entre las publicaciones realizadas y el tipo de universidad que se es, para
lograr comprobar con esto cual es la que cuenta con mayor calidad. Esta la
redactamos de la siguiente forma:
Hipótesis
alternativa: Existe una correlación entre el tipo de universidad que se es (pública
o privada) y la cantidad de producción realizada.
Además de expresa una hipótesis nula en
donde no existe esta correlación por lo que pudiéramos afirmar que la cantidad
de artículos publicados no tiene correlación con la calidad en investigación
con la que cuenta la universidad. Esta la expresamos de la siguiente manera:
Hipótesis
nula: No existe una correlación entre el tipo de universidad que se es (pública
o privada) y la cantidad de producción realizada.
Esto permitirá corroborar si la
investigación en las universidades públicas y privadas es del mismo nivel, si
hay diferencias o si inclusive requerimos buscar otra definición más allá de
esta clasificación.
Las
universidades han ido cambiando sus funciones sustantivas desde hace más de un
siglo pasando de la sola labor de enseñanza a la generación del conocimiento
para el crecimiento social. Este fenómeno inicio con Humboldt quien le dio un
nuevo valor a la investigación como valor social y económico (Elton, 2008;
Robertson y Bond, 2005). Así nació la universidad de investigación que ha
tenido un gran auge, principalmente en Estados Unidos, donde el sistema
económico estableció una relación práctica entre la generación de conocimiento
y el aumento de la riqueza. De esta manera las universidades han ido creciendo
y encontrado su posición social por medio de su habilidad para poner el
conocimiento al servicio de la sociedad. Sin embargo, esta relación
conocimiento-sociedad-economía sigue siendo un asunto que se encuentra en
debate dentro de dos extremos:
·
Aquellos que rechazan que sus programas de
docencia e investigación respondan a intereses económico.
·
Los que impulsan que sus programas y
actividades de investigación generen constantemente ingresos económicos para la
universidad. (Bird, Hayward y Allen, 1993; Feller, 1990; Lee Yong, 1996).
Ya sea bajo una forma u otra, cada
universidad se diseña sus programas e incentivos para que su personal académico
trabaje de acuerdo con el modelo que se haya adoptado.
En México los presupuestos universitarios
eran atribuidos en función del crecimiento de la matrícula. Agotado el esquema
las universidades estatales han recibido sus incentivos de a partir de
proyectos específicos como el «Programa de Estímulos a la Innovación» (Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología, CONACYT, 2014) que ha buscado vincular a la
empresa y las universidades en la creación del conocimiento científico. Esto ha
hecho que la estructura organizacional responda a lo que Arechavala (2010)
domina como “capacidad de investigación”, es decir el desarrollo de sistemas, los procesos operativos, los incentivos, etc.,
que le permiten a una universidad aportar resultados a la construcción del
conocimiento a nivel internacional, o al nivel nacional, como mínimo (P. 5). Estas
capacidades deberían de abarca primero al personal que se contrata, así como
los incentivos que recibe; segundo la infraestructura que incluye los
laboratorios, bibliotecas, bancos de información, etc. Tercero los programas de
posgrado que atraen a estudiante con potencial para la investigación, así como
que les otorgue incentivos por la generación del conocimiento; cuarto los
sistema y procesos administrativos eficientes, que esto es el contar con el
personal administrativo necesario para realizar la investigación (Arechavala y
Sánchez, 2017).
Ejemplos de estos procesos donde las
universidades se reestructuraron para generar investigación no solo los
encontramos en las universidades públicas, también se ven en las privadas. Un
ejemplo es el Tecnológico de Monterrey quien en el 2002 inició una
reestructuración de sus procesos de investigación basado en tres principios:
1. El
entrenamiento de los docentes para que completaran doctorados en universidades
prestigiosas para que después pudieran realizar investigaciones de alto
impacto.
2. Generar
estudiantes capaces por medio de la reestructura de sus programas académicos de
posgrado buscando atraer estudiantes deseosos de realizar investigación por
medio de incentivos económicos.
3. Promover
cátedras de investigación que se orientaron a quince áreas estratégicas del
saber: Biotecnología y alimentos, salud, manufactura y diseño, mecatrónica,
nanotecnología, tecnologías de información y comunicaciones, desarrollo
sostenible, negocios, emprendimientos, gobierno, ciencias sociales,
humanidades, desarrollo regional, desarrollo social, educación.
Cómo consecuencias de estas estrategias el
Tec de Monterrey incremento sus profesores SNI pasando de 73 en el 2002 a 253
para el año 2009, la cantidad de patente de 0 en el 2002 a 50 en el 2009, de 76
artículos publicados en revistas indexadas en el 2002 a 190 artículos en el
2009, de 26 libros publicados en el 2002 a 110 en 2009 y de 2 programas de
posgrado en el PNPC en el 2002 a 60 en el 2009 (Gregorutti, 2011). Lo que da
evidencia de que la capacidad de investigación es algo que se ha ido
incrementando en ambos sectores. Sin embargo, hay que ver si estos datos son
reales en términos del incremento de investigadores y el número de publicaciones.
El sistema nacional de investigadores
El Sistema
Nacional de Investigadores se creó en el gobierno de Miguel de la Madrid,
mediante Acuerdo Presidencial del 26 de julio de 1984. El fin del programa fue
reconocer la labor científica y fortalecer la calidad de la investigación por
medio de un esquema de estímulos. Además, fungió como una respuesta del
gobierno a la caída del salario de los docentes de tiempo completo de educación
superior por la recesión de los años 80´s logrando con esto la retención de los
científicos del país.
El programa creció de 1396 investigadores
inscritos en el programa en 1984 a 14,861 en el 2018, manteniendo con esto una
tasa de crecimiento promedio de 40% anual. Los datos que se tienen
contabilizados por Ordorika, Rodríguez, Lozano y Márquez (2009) son que para el
2007 el SNI se encuentra integrado por 14,576 académicos, el 65.6% labora en
instituciones públicas y solo el 3.9% en instituciones privadas. Lo que
representa que históricamente las plazas de SNI han sido ocupadas por
investigadores del sector público, además 9 de las diez primeras posiciones por
número de académicos en el SNI pertenecen a instituciones públicas y solo el Sistema
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) se encuentra
en esta lista. Así la proporción en las universidades privadas es mucho menor
ya que el número de investigadores que pertenecen al SNI, en el 2011 sólo se
contaba con 615 investigadores, mientras que en la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV)
contaba con 4230 miembros.
Esto también se refleja en el hecho de que
en los cuartiles las universidades privadas se encontraron en el último tramo
de la ordenación de 0 a 10 académicos corresponden a instituciones privadas
como Universidad la Salle (ULSA con 7), Universidad de Monterrey (UDEM con 7),
Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG con 6), Universidad del Ejército y
Fuerza Área (UEFA con 3), Universidad del Valle de México (UVM con 2),
Universidad
Intercontinental (UIC con 1) Uno de los principales problemas que origina que
provoca que las IES privadas cuenten con menos investigadores SNI es la falta
de recursos federales dirigido para apoyar proyectos de investigación en estas
instituciones (Ibarra y Villagrán, 2020) sobre todo con las nuevas políticas
públicas con respecto al ingreso y permanencia a este programa. Esto se ve
también reflejado en la cantidad de publicaciones que las instituciones
privadas han realizado en espacios de rigor académico como el Web of Sciences
Publicaciones en web of sciences
El ISI Web of Knowledge (ISI WoK)
tiene su antecedente en el Instituto para la Información Científica (Institute
for Scientific Information, ISI) fundado en 1960. Desde su creación esta
empresa privada se orientó a producir compilaciones, listados e índices sobre
artículos publicados por las revistas más importantes en el área de ciencias
médicas y de la salud de EUA.
En 1992 la empresa ISI es adquirida por
Thomson Scientific & Healthcare, y conocida como ISI-Thomson. Sigue
manteniendo bases de datos de publicaciones y de citas que cubren a miles de
revistas y que pueden ser consultadas en línea a través de lo que se denominó
inicialmente Web of Science (WoS) y más tarde Web of
Knowledge (WoK).
Para 2007, aparecen en la base de WoK un
total de 9,775 publicaciones en las que colabora al menos una institución
académica mexicana. Para el estudio que realizó Ordorika, Rodríguez, Lozano y
Márquez en el 2009 se tomó como base 4, 996 artículos de 58 universidades
mexicanas. Dentro de ese total, la UNAM presenta los valores más altos, con un
total de 2,489 artículos (2,489 artículos, 49.8% en el conjunto de universidades
seleccionadas, y 34.9% en la producción mexicana total indexada). Las
siguientes dos universidades en la lista ordenada según la producción académica
indexada son el Instituto Politécnico Nacional (466 artículos, 9.3% en el
conjunto de universidades seleccionadas, y 6.5% en la producción mexicana total
indexada), y la Universidad Autónoma Metropolitana (434 artículos, 8.4% en el
conjunto de universidades seleccionadas, y 6.1% en la producción mexicana total
indexada).
En el rango entre 200 y 299 artículos se
encuentran el Sistema Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de
Monterrey33 (234 artículos, 4.7% entre las universidades seleccionadas y 3.3%
en el total nacional) y la Universidad de Guadalajara (201 artículos, 4.0%
entre las universidades seleccionadas y 2.8% en el total nacional). Con excepción del Sistema ITESM, la
aportación del resto de las universidades privadas seleccionadas al rubro de
producción académica internacionalmente indexada es mínima. La producción indexada de las 14 universidades
privadas restantes (todas menos el ITESM) suma un total de 128 artículos, lo
que representa 2.6% del subconjunto de las 58 universidades seleccionadas y
1.8% del total nacional. En el periodo comprendido del 2007 al 2010, las
universidades privadas publicaron 1609 artículos si comparamos estas cifras y
porcentajes con las publicaciones que hacen cada año las universidades
públicas, veremos que aún hay mucho por hacer, ya que solamente en el 2010 la
UNAM y el CINVESTAV publicaron alrededor de 2863 artículos, 7.8 veces más de lo
que publicaron las universidades privadas (Ibarra y Villagrán, 2020).
Ahora, si bien ya sabemos que la cantidad
de investigadores es mayor en las escuelas públicas será importante reconocer
si esto se ve reflejado en una mayor cantidad de publicaciones y, además si la
cantidad total de profesores de tiempo completo también influye en la producción
académica sobre todo en los últimos años.
Para
este estudio trabajaremos con la base de datos de EXECUM, en ella se encuentran
457 instituciones públicas que equivalen al 96.8% y 15 instituciones privadas
que equivalen al 3.2%. Es importante recalcar esto ya que la cantidad de datos
provenientes de las escuelas privadas es significativamente menor que al de las
públicas, pero la cantidad si permite estudiar las medidas de tendencia central
y compararlas.
En el año 2014 las universidades públicas
contaban con 67128 profesores de tiempo completo y 13600 miembros del SNI, para
el 2019 estas cantidades aumentaron a 70, 566 profesores de tiempo completo y
19, 149 miembros SNI. Esto mismo se refleja en sus medias que pasaron 29.96 a
59.48 en el caso de los miembros SNI y de 146.89 a 154.75 en el caso de los
profesores de tiempo completo. Sin embargo, al trata de establecer medianas,
modas y percentiles los datos de los miembros SNI están muy dispersos, pero en
el caso de los profesores de tiempo completo son más estables (Tabla 1).
En el caso de las universidades privadas
se contaban con 738 miembros del SNI en el 2014 y aumento a 1482 en el 2019. Lo
mismo ocurre en el caso de los profesores de tiempo completo que pasaron de 4751
en el 2014 a 6749 en el 2019. Es significativo que básicamente los miembros del
SNI se incrementaron al doble en este tipo de instituciones, además las medias
son más elevadas tanto en el 2014 (49.20) como en el 2019 (98.80). Lo mismo
ocurre con los profesores de tiempo completo ya que en el 2014 la media fu de
316.73 y para el 2019 de 449.93. Además, los datos son más estables ya que si
presentan medianas, modas y percentiles, además las desviaciones de los datos
son menores.
Para el
caso de los artículos publicados en estos años por universidades públicas y
privadas las primeras tuvieron un total de 11360 artículo de web of sciences en
el 2014 y 14001 artículo en SCOPUS en el mismo año, además cuenta con 622
revistas en Latindex. Para el 2019 la cantidad de artículo en web of sciences
se incrementó en 19799 pero decreció en Scopus con 588 y la cantidad de
revistas en Latindex se mantuvo. Las escuelas privadas estas contaron con 719
artículos de web of sciences en el 2014, con 891 en scopus
y 64 revistas en Latindex. Para el 2019 publicaron en web of sciences 1804
artículos, 61 en Scopus y la misma cantidad de revistas (Tabla 2).
Como pudimos observar en estas dos tablas
las universidades privadas han tenido un crecimiento más representativo con
respecto a sus miembros SNI y la cantidad de publicaciones realizadas. Sin
embargo, las instituciones públicas aún siguen teniendo una mayor cantidad de
profesores, miembros SNI, publicaciones y revistas que las instituciones
privadas. Ahora toca establecer si de verdad existe una correlación entre la
cantidad de profesores de tiempo completo y miembros SNI con la cantidad de
publicaciones realizadas de acuerdo al tipo de institución.
Para
realizar la prueba de nuestra hipótesis inicialmente se presentarán los
resultados de una tabla de correlación entre los miembros SNI y profesores de
tiempo completo con la cantidad de publicaciones en los años 2014 y 2019.
Cómo se puede ver en la ilustración 1 la
dispersión entre los profesores de tiempo completo y la cantidad artículos
publicados o revistas en Latindex no tiene una correlación directa en el año
2014, por lo que podemos descartar la hipótesis de que existe una relación
entre estas variables.
Sin embargo, el diagrama de dispersión entre
los miembros del SNI y la cantidad artículos publicados, aunque esto no se
repite en la generación de revistas en Latindex, por lo que podemos decir que
se tiene una correlación directa en el año 2014, por lo que podemos comprobar
parcialmente la hipótesis de que existe una relación entre las variables de los
miembros SNI y los artículos publicados (Ilustración 2).
Estos mismos datos se repiten a la hora de
analizar la relación de los profesores de tiempo completo en 2014 con la
publicación de artículos y la generación de revistas al comprobar que tampoco
existe una correlación como lo muestra la Ilustración 3.
Además, al igual que en las escuelas
públicas, si existe una correlación más directa entre los miembros SNI y la
publicación en artículos, aunque no se replica en la generación de revistas
como lo muestra la Ilustración 4.
Esto se confirma cuando hacemos un
análisis de la correlación de estas variables donde existe una correlación
positiva de .762 y .743 para las publicaciones en revistas y del .782 para las
revistas en Latindex lo que confirma una correlación positiva entre los profesores
de tiempo completo y las variables de producción en el caso de las escuelas
públicas. Sin embargo, esta correlación es más fuerte en las escuelas privadas
en la producción de artículos con una correlación de .932 aunque en la
producción de revistas de Latindex se menor con un .589 como lo muestra la
tabla 3.
Sin embargo, esta
correlación es más fuerte en el caso de los miembros SNI y las variables de
producción ya que la correlación va de .990 a .966 para el caso de las escuelas
públicas y del .979 al .633 para las escuelas privadas. Lo que demuestra un
mayor grado de correlación entre estos dos aspectos como lo muestra la tabla 4.
Para el año 2019 la correlación entre los
profesores de tiempo completo y las publicaciones sigue sin tener una
correlación tan clara como lo muestra la Ilustración 5. Lo mismo ocurre en las
escuelas privadas como lo muestra la Ilustración 6.
Esta correlación es más fuerte entre los miembros SNI y la cantidad de artículos publicados se repite en el diagrama de dispersión tanto en el caso de Web of Sciences como en SCOPUS, sin embargo, esto no se repite en la generación de revistas como muestra la Ilustración 7. Lo mismo se repite en el caso de las escuelas privadas como lo muestra la Ilustración 8.
Esta correlación es más fuerte entre los miembros SNI y la cantidad de artículos publicados se repite en el diagrama de dispersión tanto en el caso de Web of Sciences como en SCOPUS, sin embargo,esto no se repite en la generación de revistas como muestra la Ilustración7.Lo mismo se repite en el caso de las escuelas privadas como lo muestra la Ilustración8.
Así podemos comprobar que estas correlaciones se incrementaron en los últimos cinco años ya que la relación profesores de tiempo completo con las publicaciones realizadas ya que se incremento hasta un .819, .786 y .805 lo que la vuelve más significativa. Sin embargo, la correlación es menor en el caso de las escuelas privadas con .826, .813y .653 (Tabla 5).
En el caso de la relación de miembros SNI con la cantidad de publicaciones realizadas la tendencia se mantiene tanto entre las escuelas públicascomo las privadas lo que demuestra la correlación positiva que se muestra en la tabla6.
Después
de ver estos resultados podemos concluir que si existe una correlación positiva
entre la cantidad de miembros en el SNI y la cantidad artículos publicados en
revistas de alto impacto a nivel internacional tanto para escuelas públicas
como privadas. Esto significa que en México la inversión en miembros del SNI es
un dato real que permite la investigación de alto impacto en México por lo que
es algo que la política pública debería de seguir promoviendo tanto en el
espacio público como en el privado. Por otro lado, el caso los profesores de
tiempo completo es diferente, para las instituciones públicas y privadas la
correlación profesor de tiempo completo y cantidad de artículos no es
significativa en la productividad científica lo que significaría que se
deberían de promover con mayor fuerza la construcción del perfil
“profesor-investigador”.
Así la investigación en México si cuenta
con una correlación directa entre miembro SNI y cantidad de publicaciones de
alto impacto realizada por lo que se confirman los datos de que, al tener mayor
cantidad de estos miembros en las instituciones públicas, por lo que la
tendencia es que ellas seguirán siendo el parteaguas del desarrollo de la
ciencia y tecnología en México.
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Trayectoria
académica
*Alejandro Uribe López
es originario de Jalisco, Licenciado en Desarrollo Educativo Institucional,
Maestro en Tecnologías para el Aprendizaje y actualmente estudia el Doctorado
en Gestión de la Educación Superior que pertenece al PNPC. Tiene especialidades
en Análisis de Datos para la Toma de Decisiones por el Tecnológico de Monterrey,
Gestión Directiva por la UNAM y Liderazgo para el Siglo XXI por la Universidad
de los Andes. Colaboró en los proyectos: International Collaboration for Social
Justice through Immersive Worlds: The US-México program Letras para Volar
ganador del premio The Best Paper award at the Fourteen Cambridge International
Conference on Open, Distance, and E-learning; Implementación del taller
Proyección futura al internamiento ganador de la Expo Ciencias Nacional 2018.
En los últimos quince años se ha desempeñado en el área de la docencia, la
coordinación académica, gestión de instituciones educativas, formación docente,
tecnología educativa y generación de contenidos para proyectos editoriales.